El perfume.

Perfumario de María Antonieta.

El perfume ha estado presente, desde los tiempos de Alejandro Magno (se dice que era capaz de perfumar cualquier habitación con el aroma que desprendía su cuerpo).
Los sumerios también ya hicieron uso de ellos y de la cosmética.
Egipto no tardó en sumarse en adoptar los perfumes, que utilizaban tanto  para embalsamamientos, de los cuerpos al morir, como ungüentos y aceites o para embellecerse, los faraones y  nobles.
Compuestos de musgos, mirra, resina de terebinto, gálbano, olíbano, lándano, agua de rosas, almizcles, todos ellos mezclados  con alcohol y destilados daban lugar al perfume, hasta los conocidos hoy en día.

Exiten tipos de perfumes, según su intensidad aromática:
 
   - Perfume. Concentración de esencia entre un 15-40%.
 
   - Eau de Perfume. Concentración menor de un 15%.

   - Eau de Toilette. Concentración de 3-6%.

   - Agua de colonia. Concentración de menos de un 1%.

No a todos nos huele por igual, dependiendo del ph de la piel, el mismo perfume puede oler diferente en dos personas.

Yo que soy un fanático de ellos, dependiendo del día y del estado anímico que me encuentro suelo utilizar uno u otros. Aquí os dejo una pequeña muestra de los que en estos momentos me pongo yo.
Para mi un buen perfume es un complemento más a tener en cuenta a la hora de vestirnos, pues es como la tarjeta de presentación, al saludar a las personas llegamos primero por la vista, seguido del olfato y es importante saber elegir bien.